Devious Journal Entry

Hoy han pasado cosas y conversaciones y me recuerdo persiguiendo mi personal conejo blanco hacia Wonderland... parece que fuera hace una eternidad y casi fué ayer... a veces aun recuerdo, a pesar de el tiempo no duele menos. El tiempo no cura las heridas, solo hace que nos olvidemos de ellas, hasta que volvermos a fijar la vista en un punto pasado y vemos las cicatrices a su alrededor. Así empezó.....

Ella aparca el coche en el mismo momento en que enciendo un pitillo, apaga el motor y se gira hacia mi. Me quedo mirándola y mientras sigue con su critica al "hombre común" por mi mente pasa un pensamiento peligroso.

"Voy a besarla".

No dura mas de un segundo, pero ha dejado huella, has iniciado el fatal movimiento, pero lo has controlado al recuperar la lucidez. "No", me digo a mi mismo, " es una amiga, una buena amiga, nada mas", pero a partir de ahí mi cerebro me juega malas pasadas. Comienzo a preguntarme si lo que acabo de ver no era un amago similar al mío, ¿acaso ella también lo ha pensado?. Por mi mente pasa varias veces mas la idea y mi cuerpo inicia otras tantas veces el movimiento, hasta que finalmente decido arriesgarme. "No pasa nada, si sale mal seguro que no volveremos a vernos". Banal justificación, vacía totalmente de razón, bueno, totalmente....

Inicio un claro acercamiento, la tensión se nota en el ambiente, ella deja de hablar, sus labios se entreabren, carnosos, sensuales, húmedos.... y se inclina, noto su aliento..... y escucho su móvil. Ella reacciona deprisa, se separa de mi. Contesta. Es como si te echan un cubo de agua helada en medio de un calentón, la magia se ha roto. Hablamos durante media hora mas y subo a casa.

Al día siguiente la veo en una cafetería, estamos sentados el uno al lado del otro en cómodos sofás, y en algún momento de la conversación nos hemos ido acercando sin darnos cuenta, nuestras manos se tocan mientras hablamos y se inicia el perverso juego de mi cerebro, ese tira y afloja de la beso o no la beso, pero decido arriesgarlo todo una vez mas, ella entorna sus ojos, entreabre sus labios, la musica se para y las conversaciones a nuestro alrededor cesan, respiro su aliento.... y suena mi móvil. Una vez vale, una casualidad, pero dos....

Suelen ser regulares nuestras quedadas, pero no continuas, nunda dos veces seguidas, cuanto menos tres.... pero hoy es el tercer dia que nos vemos, o mas bien noche.

Una farola ilumina parte de la calle a varios metros de nosotros, los chavales seguramente se han encargado de hacer que las demás dejen de funcionar a pedradas, sentados en su coche con la radio de fondo tocando que se yo que tema y hablando, veo sus facciones cada vez que le da una calada al cigarro y entre el humo del tabaco se dibujan sus ojos, me miran expectantes y mi cerebro reacciona.

"Bésala"

Me lo planteo durante algún tiempo y decido arriesgarme. A la tercera va la vencida.

Me inclino hacia ella, ella se inclina hacia mi, vuelvo a sentir su aliento, sus labios carnosos, sensuales, húmedos, esperándome, se abren levemente esperando una caricia, ansiando el contacto con otros labios, miro sus ojos, están cerrados, lo sabe, y lo quiere tanto como yo.

Tengo un mal presentimiento. Mientras me hacerco repaso mentalmente el momento en que apague mi móvil y ¡Dios! ella no lo hizo.

Y mientras por los altavoces del coche se filtra el característico "tututut" de las interferencias producidas por una llamada a un teléfono, una mano de hombre lo coge y arroja por la ventanilla del coche.

En el mismo instante en que se estrella contra el suelo saltando en pedazos, dos personas se funden en un interminable y apasionado beso, un beso soñado, separándonos levemente, moviéndonos, manoseándonos. Acaricio su cuello y su espalda mientras ella revuelve mi pelo. La pasión crece por momentos y sin darme cuenta he metido mis manos por dentro de su camiseta y acaricio su piel desnuda, le arranco escalofríos de placer, estoy ansioso pero consigo controlarme, con paciencia, con tranquilidad, casi como un masaje la toco cuanto quiero, la manoseo y llego a agarrarla fuertemente, con deseo, ella hace lo propio conmigo, no se quien de los dos ansia mas al otro... hasta que al fin nos separamos.

Sus ojos lo dicen todo, he ganado mi premio, terminando de quitarse la desarreglada camiseta va hacia el asiento trasero y yo con ella, nos desnudamos entre besos y prohibidas caricias.

"¿Es tu primera vez?", pregunta. El tono de su voz hace que conteste sinceramente y sin perder un ápice de excitación. "Si".

Aun hoy me excito recordando esa cara, esa mirada y sobre todo esa sonrisa, era un poema, el mas excitante que he leído en una mujer, nada me excita tanto como recordar el momento en que contestó, "pues te vas a enterar".

No fué ni mucho menos una historia de años, pero si de las que te marcan.... profúndamente.... durante un par de meses nos brindamos tanto amor y deseo como pudimos, un par de meses de caricias y juegos, mordimos la manzana y probamos el néctar de los dioses, nos quisimos cuanto pudimos y aun más. Fué algo sin igual. Tanta pasión, tan poco tiempo.

La perdí, se fue, pero no solo por distancia. Hoy recuerdo que las heridas de esa relación fueron posteriores, surgieron sobre todo, el dia que la perdí para siempre. Y con ella el fruto de nuestro amor.

Pero los dias pasados, las noches en vela, las caricias, el aroma de su pelo, el de su cuerpo, el brillo de sus ojos, o el de la humedad de sus labios, su voz, su risa, es facil recordarlo, solo necesito cerrar un momento mis párpados.

Y elevar mi corazón, porque donde quiera que esté, un pedazo de mi está con ella.

Por siempre.

Mi Alicia en el país de las maravillas.